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¡Tanque de privación sensorial acompañado de la consulta psicológica!
¿De qué se trata y cómo funciona?
Con nuestros especialistas en Psicología, se realiza un trabajo en conjunto con la persona para que una vez esté en el tanque de privación sensorial pueda despejar su mente, entrando en un estado de calma que contribuya a su bienestar. Y así, cuando termine la terapia, pueda sentir mayor claridad frente a sus emociones y dificultades.
Se realiza una evaluación antes de introducirse en el tanque de privación sensorial teniendo en cuenta factores:
✓Emocionales ✓Familiares ✓Religiosos ✓Sociales
✓Sentimentales ✓Académicos
✓Laborales
Con el propósito de abordar cada posible dificultad que la persona pudiera presentar. Se tienen en cuenta estrategias de mindfulness como:
✓Respiración ✓Relajación
✓Conciencia plena ✓Atención y aceptación.
Para concluir, se lleva a cabo una valoración después de la inmersión en el tanque, con el propósito de explorar:
✓Vivencia ✓Percepciones ✓Reflexiones ✓Desafíos
Además de mejoras y seguimiento de síntomas y diagnósticos de:
✓Depresión ✓Ansiedad ✓Dolor ✓Estrés
Así como dificultades emocionales y familiares. En este contexto, la persona tiene la oportunidad de expresar sus experiencias de manera verbal, a través de dibujos, pinturas, escritos u otras actividades que faciliten su expresión emocional.
¡Cuida tu salud mental de la mano de especialistas!
En situaciones en las cuales la persona opte por no utilizar el servicio de aislamiento sensorial en el tanque, se puede aplicar la terapia cognitivo-conductual clínica. Esta opción está disponible para aquellos pacientes que presenten síntomas o diagnósticos asociados con diferentes problemas psicológicos.
Problemas que pueden estar relacionados con diversas situaciones externas, como enfermedades terminales, enfermedades de transmisión sexual, duelos u otras circunstancias imprevistas y con escaso control.
La terapia consta de 3 fases:
Se explorarán la historia de vida y las áreas de adaptación, y en caso necesario, se emplearán escalas, pruebas y cuestionarios para confirmar el diagnóstico.
Se implementarán estrategias destinadas a mejorar el diagnóstico, y la cantidad de sesiones variará según las necesidades individuales de cada paciente, generalmente oscilando entre 5 a 6 sesiones.
Una vez concluida la terapia, se llevará a cabo un seguimiento de los síntomas, programado para 15 días después, pudiendo ser realizado de manera virtual o presencial.
